10.06.2025
⬆️ ¡Mer de Merde! Bellas bañistas victorianas se dan un chapuzón en el Mediterráneo durante UNOC 2025, Niza. Fotografía de João Daniel Pereira.
El sector de los cruceros no sólo es responsable de la contaminación por carbono y metano, sino también de los océanos de aguas residuales. Las "Sirenas de Niza" se dieron un chapuzón en el pintoresco Mediterráneo y se encontraron con la sorpresa de que se estaban ahogando en aguas residuales.
Tumbadas en las tumbonas después de su (in)constitucional baño en el Mediterráneo, las bellezas del baño se sentían mal del estómago por todas las toxinas y excrementos, toallitas de bebé y efluentes que salían de la parte trasera de los cruceros y se movían por la superficie del Mediterráneo. Desde la época victoriana y antes, la gente ha nadado en este idílico lugar, pero ahora el idilio está siendo destruido por la industria de cruceros, a la que no le importa una mierda el medio ambiente que lleva a sus pasajeros a ver.
⬆️ Los bañistas vomitan y yacen boqueando por su vida tras tragar aguas residuales bombeadas desde la parte trasera de un crucero. Fotos de João Daniel Pereira. ⬇️
El destino del Océano depende de todos nosotros.
Nuestras intervenciones dependen de su apoyo.
Los directores ejecutivos de las compañías de cruceros Royal Caribbean, Carnival y MSC fueron invitados a participar en el baño por The Nice Mermaids, pero declinaron la invitación, presumiblemente porque no pueden permitirse tomarse días libres por enfermedad. Pero su ausencia fue una decepción, dado que buena parte de las aguas residuales procedían de los cruceros (se calcula que cada año los cruceros vierten al océano 1.000 millones de litros de aguas residuales [o 12.500.000 bañeras / 1.534 piscinas olímpicas]).
Y las aguas residuales no son lo único que bombean:
⬆️ La experiencia era realmente repugnante. Los bañistas victorianos no podían creer que la contaminación del agua siguiera siendo tan grave en el siglo XXI.
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⬇️ Un chapuzón parecía una buena idea, pero había una señal de advertencia. Fotos de João Daniel Pereira.
Rebelión oceánica exige que la industria de cruceros deje de verter sus residuos al mar, incluida la basura arrojada por la borda, y que, si no lo hace, se responsabilice personalmente a los directores ejecutivos de la industria de cruceros con multas y penas de cárcel. Junto a esto, sugerimos una cordial invitación a darse un chapuzón en el maloliente Mediterráneo justo cuando un crucero suelta su apestosa carga.
Y, por si fuera poco, ¿de verdad crees que viajar en crucero es una buena idea?
⬆️ A través de otro salto en el tiempo, Jacques Cousteau se unió a los bañistas para mostrar su solidaridad. Al morir el mar morimos nosotros.Foto de João Daniel Pereira.
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