TU CARA CUESTA LA TIERRA
12.09.2021
El sábado 11 de septiembre, miembros de Ocean Rebellion llevaron a cabo una creativa acción teatral frente a la entrada de los grandes almacenes Selfridges de Oxford Street, en Londres. La protesta formaba parte de su semana de denuncia de la degradación de los océanos.
Los miembros del grupo iban vestidos con trajes de baño victorianos y se cubrían la piel con "crema solar". Llevaban pancartas en las que se leía "COMO EL MAR MUERE, NOSOTROS MORIMOS" y "TU CARA CUESTA LA TIERRA", y ponían de relieve la relación entre los cosméticos y las sustancias químicas tóxicas que se vierten en el océano por los desagües, o que se aplican directamente los bañistas que llevan crema solar.
Sophie Miller, de Ocean Rebellion, afirma que "exigimos que el gobierno actúe para prohibir el uso de protectores solares y cosméticos que contengan oxibenzona y otras sustancias que matan los corales".
Rob Higgs añade: "Los océanos están siendo envenenados por las sustancias químicas tóxicas que se añaden habitualmente a artículos de consumo como cosméticos y protectores solares. Esto está afectando a la salud tanto de los mares como de la biodiversidad marina que vive en ellos".
LA HISTORIA DE LOS CONTAMINANTES
No dejes que nadie te diga que la solución a la contaminación es diluir un producto químico tóxico o un plástico: ¡no es así!
Algunas sustancias químicas tóxicas para siempre no desaparecen nunca. No se descomponen en el medio ambiente y siguen matando. Incluso cuando se diluyen miles de millones de veces en los océanos, no hay ninguna diferencia. La razón es que pueden adherirse a partículas de microplásticos o nanoplásticos, donde se concentran millones o millones de veces.
Estos pequeños trozos de plástico, cargados de sustancias químicas tóxicas, son consumidos por plantas y animales, las toxinas se acumulan y los matan. Según los investigadores, 1 de cada 15 organismos vivos bajo la superficie de las olas contiene plástico, desde la ballena más grande hasta una cianobacteria.
¡Por eso la dilución NO es una solución! Simplemente no existe una concentración segura de estas sustancias químicas tóxicas para siempre, y si además son parecidas al petróleo y no quieren estar en solución, forman una emulsión o flotan en la superficie como el petróleo, y en esta forma, son millones de veces más tóxicas que las sustancias químicas que se disuelven en agua. Un ejemplo es la oxibenzona, el ingrediente activo de los protectores solares y muchos cosméticos. Sólo 5 g de oxibenzona en un bote de crema solar matan todo lo que hay en un volumen de agua equivalente a entre 10 y 100 piscinas olímpicas. 70.000 toneladas matarían todo lo que hay en los océanos.
Lo que nos sorprende es que 20.000 toneladas de esta sustancia química se fabrican para añadirlas a los cosméticos, pero 1.500.000 toneladas de oxibenzona también se añaden al plástico, la pintura y los adhesivos como filtro UV. Esta es una de las razones por las que el plástico es tan tóxico para la vida marina.
¿De dónde más proceden estos contaminantes?
Podríamos pensar inmediatamente que es culpa de la gran industria. En cierto modo lo es, pero nosotros compramos los cosméticos, los productos de limpieza y los plásticos. Lavamos nuestra ropa de plástico, nos duchamos, bañamos y limpiamos nuestras casas con productos químicos tóxicos. Colectivamente, estamos destruyendo el planeta sin darnos cuenta y es poco probable que nos descubran. Millones de micro y nanoplásticos salen de nuestras lavadoras y, junto con los productos químicos tóxicos, llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales, que nunca fueron diseñadas para tratar con la química moderna de hoy en día. Y añadamos los productos farmacéuticos que no se llevan o no pueden llevarse a la farmacia.
En todo el mundo, sólo se depuran 20% de aguas residuales, pero incluso eso con un alto nivel de calidad. Incluso en el Reino Unido, de las 9.000 plantas de tratamiento de aguas residuales, sólo 1.000 están diseñadas para devolver el agua al estado en que se tomó originalmente para su uso. Esto significa que la asombrosa cifra de 80% del mundo vierte aguas residuales sin tratar en ríos, aguas costeras y océanos. Pero ya te habrás dado cuenta de que, a pesar del enriquecimiento de nutrientes y la proliferación de algas, las cacas y los orines no son el principal problema, sino las sustancias químicas y el plástico, que deberían darnos pesadillas.
Por último, 80% de los microplásticos proceden de la erosión de los neumáticos de los coches. Volados por el aire, caen sobre el suelo, el hielo y el agua y acaban en nuestra comida y nuestros pulmones, además de matar la vida marina en todas partes. El hielo se ennegrece con los contaminantes, absorbe el exceso de calor y se derrite mucho más rápido que de otro modo...
LA HISTORIA DEL PLANCTON
Los proclorococos son plantas diminutas de menos de una décima de milímetro (en realidad, son bacterias) con clorofila verde en su interior. Absorben dióxido de carbono para fabricar su propio alimento. El oxígeno que respiramos es un subproducto de su actividad: la fotosíntesis.
Hay más células de estas plantas bacterianas o Cianobacterias que granos de arena en el planeta, y producen 20% de todo nuestro oxígeno y eliminan casi la misma cantidad de dióxido de carbono.
Crecen muy rápidamente porque las células se dividen en dos en menos de 1 hora. Si las apiláramos todas juntas, su masa sería mayor que todos los productos de las granjas de la Tierra. Es alucinante pensar que, en estado salvaje, estas diminutas plantas podrían producir todo nuestro oxígeno y eliminar todo nuestro dióxido de carbono. Sin embargo, esto no sería bueno para los océanos, y sería miserable para todos nosotros ver los mares vacíos...
Afortunadamente, la mayoría de los proclorococos y otras plantas pequeñas (fitoplancton) son devorados por animales diminutos como los copépodos. Los copépodos son nadadores muy rápidos y, con diferencia, los más veloces para su tamaño. Quizá te sorprenda saber que sólo podemos vivir en la Tierra gracias a todo el trabajo que estos diminutos animales y plantas realizan cada día.
Esto requiere mucha imaginación, hay muchos y eso es quedarse corto. Miden 1 mm de largo, pero juntos equivalen a... ... 17 millones de jumbos, pesan alrededor de 5 gigatoneladas y, si los pusiéramos todos nariz con cola, ¡darían la vuelta a la Tierra 30 veces!
Una locura, ¿verdad?
Y no se detiene ahí. Por la noche, todos estos animalitos nadan desde una profundidad de 400 m hasta la superficie, y todas esas patitas mueven más agua que la luna y las mareas. Es la mayor migración masiva del planeta, y ocurre, sin que la veamos, todas las noches, 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año.
Ahora entienda este montón de caca. Los copépodos se comen su propio peso corporal cada día (¿te imaginas si te comieras tu propio peso corporal?) y expulsan 30 veces más carbono del que producimos los humanos al quemar combustibles fósiles. Alrededor de 6% de esta caca termina en el abismo, y esto equivale a alrededor de 3 Giga toneladas de carbono - eso es mucho y el IPCC no lo incluye en los modelos de cambio climático.
Esta es la parte más aterradora: Ahora hay menos de 50% de estos animales y plantas viviendo en nuestros océanos que hace 70 años, y actualmente están muriendo a un ritmo de 1% año tras año. Dentro de 25 años, 80% de toda la vida en los océanos habrá desaparecido, y junto con ella, la capacidad de la "naturaleza" (esas diminutas plantas y animales) para eliminar/excretar carbono y producir oxígeno ( fotosíntesis) . Habremos destruido el sistema de soporte vital del planeta Tierra.
COMO EL MAR MUERE, NOSOTROS MORIMOS
