09.06.2021
Sí, lo has adivinado, es uno de esos tontos de los combustibles fósiles otra vez. Boris es amigo suyo desde hace mucho tiempo, pero esta relación ha ido demasiado lejos. Ya era hora de que se preocupara menos por la industria de los combustibles fósiles y más por las vidas a las que se supone que representa; si vives en el Reino Unido, esa es tu vida, por cierto 🙁.
El gobierno del Reino Unido no ha actuado adecuadamente ante la magnitud de la crisis climática. El gobierno de Boris Johnson sigue invirtiendo de forma proactiva y subvencionando el uso de combustibles fósiles destructivos para el medio ambiente a pesar de las claras pruebas científicas de que esto está destruyendo nuestros sistemas globales de soporte vital y aumentando la probabilidad de un colapso medioambiental y social a corto plazo. Boris Johnson y su gobierno están en la cama con la industria de los combustibles fósiles.
Los miembros de Ocean Rebellion afirman que el gobierno británico debe hacer del océano la prioridad número uno en el G7, y quieren que los políticos se distancien de la industria de los combustibles fósiles. Exigen a todos los gobiernos que pongan fin a las subvenciones al transporte marítimo y aéreo y que comiencen a gravar el combustible de transporte marítimo y aéreo para reflejar el daño medioambiental causado. Las emisiones del transporte marítimo, la aviación y los combustibles fósiles terrestres están acidificando los océanos, con el consiguiente riesgo de colapso de la biodiversidad a corto plazo e irreversible. Este impuesto debe utilizarse para dar de baja a la flota pesquera hasta que se lleve a cabo una investigación completa y abierta de los recursos pesqueros mundiales por motivos de secuestro de carbono y biodiversidad, y que todos los pescadores reciban el pago íntegro a través de este impuesto. La subvención implícita de las prácticas pesqueras destructivas al no gravar el combustible no tiene sentido. Además, el carbono azul, que es el carbono almacenado de forma segura en los sedimentos marinos y la biodiversidad, y que por tanto evita el sobrecalentamiento del planeta, debe incluirse en los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero.
Rob Higgs, de Ocean Rebellion, dice:
"Estamos cansados de las sucesivas subvenciones a la industria de los combustibles fósiles. La débil legislación marítima internacional permite a los barcos quemar fuelóleo pesado (HFO), un subproducto del petróleo tan tóxico que un gran barco crea tanta contaminación como los tubos de escape de un millón de coches".
Sophie Miller añade:
"Si los barcos no quemaran HFO, la industria de los combustibles fósiles tendría que deshacerse de este subproducto, lo que les costaría miles y miles de millones (quizá billones) de dólares al año: otra subvención masiva a los combustibles fósiles. ¡Detengamos esta locura ya! Ocean Rebellion exige al G7 que diga la verdad sobre sus subvenciones a los combustibles fósiles y que actúe ya para ponerles fin."
dice Clive Russell, de Ocean Rebellion:
"¿Cómo puede el gobierno británico hablar de 'liderar el mundo en compromisos con el planeta' cuando este gobierno ha aumentado las subvenciones a la industria del petróleo y el gas en 2.000 millones de libras? Exigimos compromisos ambiciosos y a corto plazo que impulsen realmente la reducción de emisiones, no declaraciones simplistas. Dejen de lavar la cara al verde y empiecen a liderar, ya".
Roc Sandford añade:
"Los titulares de los combustibles fósiles, a través de grupos de presión y otros medios, están impidiendo la respuesta política de emergencia que es lo único que salvará la vida en los océanos. De este modo están amplificando el daño que su petróleo está causando, y están poniendo en riesgo todas nuestras vidas."
Fotos: Gavin Goulder